No está mal este libro en cuanto a su planteamiento, su trama y a alguno de sus pasajes. Sí peca en algunos momentos de "papanatismo" y de dejarse llevar por lo políticamente correcto; y me explico. Si bien ya digo es una buena novela, ésta se tuerce cuando la autora abre paso a la demagogia de lo actualmente "políticamente correcto", cuando entra "como elefante en cacharrería" en temas tan sensibles para los españoles, a la par que complejos, como son la mal llamada "memoria histórica" o el problema linguístico en Cataluña, despachándolos con una superficialidad y una simpleza, que hicieron que de alguna forma se me viniera abajo, el respeto intelectual que la escritora se había ido ganando en mí a lo largo del libro. Si uno se decide a tocar un tema que sabe (y estoy seguro de que ella eso no lo ignora) que es polémico, no puede dejarse llevar por la superficialidad, la demagogia y el partidismo. En esta vida se puede (y yo diría que a veces "se debe") tomar partido, lo que uno nunca puede (y menos si se trata de un intelectual) es perder la objetividad.
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